Un 11 de Febrero de 1859, fallecía un insigne tucumano, el Padre José Eusebio Colombres. Se lo conoce habitualmente por su participación como diputado ante el Congreso de Tucumán, siendo uno de los que firmaron el Acta de Independencia de las Provincias Unidas. De cuna aristocrática, había nacido el 16 de Diciembre de 1778. Se convirtió en clérigo en 1803. Como no todas las provincias estaban en condiciones de enviar representantes a la Asamblea de 1816, Catamarca lo eligió a esos fines. Se desempeñó como sacerdote de la provincia de mentas, pero, al apoyar la Liga del Norte en contra de Juan Manuel de Rosas, debió exiliarse en Bolivia y ahí permaneció hasta la caída del Restaurador. Ya en épocas posteriores a Caseros, Colombres, con el apoyo explícito de Justo José de Urquiza, fue nombrado obispo de Salta, pero a poco de asumir, fallecía. A Colombres se le debe también el impulso definitivo de la industria azucarera en Tucumán, actividad económica que aún predomina en dicho territorio, al importar maquinarias extranjeras y establecer plantaciones en tierras propias. Actualmente, la casa de Colombres en el Parque 9 de Julio, es el Museo de la industria que él, con sus sueños de progreso, promovió. Gloria y recuerdo a un gran olvidado de la Patria.